16. Un mes
Martha
Su amiga aun me tenía agarrada por la espalda, mi labio dolía y un hilo de sangre corriendo por la barbilla y el cuello. Al momento de un descuido me agarré de los antebrazos de la mujer que me tenía sujeta y retrocedí haciéndola trastabillar y la pegué a la pared, en ese momento Sam salió corriendo a toda velocidad para seguir golpeándome, tomé impulso de la mujer que me tenía sujeta pudiendo levantar las piernas y patear en el estómago de la reclusa y en ese momento llegó una de las guardias.
—Suéltala, Beatriz ¿qué es lo que les sucede a ustedes? se supone que tenían que venir aquí a ayudar a la reclusa nueva y no causar problemas—la oficial era alta y se veía musculosa y sin un gramo de miedo en su cuerpo al enfrentarse a presas del recinto peligrosas.
—No estamos causando problemas —dijo Sam altanera, pero bajándole dos a su mal humor.
—Yo te conozco muy bien —dijo sacando una vara eléctrica —¿Qué pasó?
—Pregúntale a ella si no me cree —habló como si nada —le estábamos dan