Thomas
Todo lo que he vivido en estos últimos meses ha sido una montaña rusa de emociones. Una hermosa tarde de otoño, el 2 de noviembre para ser exactos, experimenté la mayor alegría de mi vida: el nacimiento de mi hijo con Helena, el amor de mi vida. Es increíble cómo al ser padre, el amor evoluciona a muchos niveles. Cuando piensas que no podrías amar más, llega tu hijo y te demuestra que el amor aún sigue siendo infinito.
El susto que viví al ver a Helena inconsciente y pensar que podría perderla me enseñó a valorar y vivir con más intensidad cada minuto que tengo la dicha de respirar y ver a mis dos seres más amados, Helena y Eliot.
Fui yo quien le dio el nombre a mi hijo, buscando un hermoso significado a todo lo que él representa en nuestras vidas. Lo llamé: ELIOT CARSON, mi primogénito, mi heredero, quien tendrá la sabiduría y el liderazgo para ser un gran hombre y continuar con el apellido CARSON.
Es un guerrero, de espíritu inquebrantable. Lo demo