En el futuro realmente no podría volver a molestar a la gente, si no tendría que enfrentar bombardeos dobles: en el lado de Marisela serían "indirectas sarcásticas", en el de su hermana "burlas directas".

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Cerca de la hora de salida, Lorenzo recordó las instrucciones del mayordomo, se preparaba para ir al hospital a visitar al abuelo, aunque este en la tarde acababa de criticarlo duramente.

En la tarde no había reuniones, pero después vinieron varios ejecutivos a reportar proyectos, naturalmente vieron los moretones en la cara de su señor Cárdenas, confirmando aún más los chismes del día.

Quien pudiera golpear así al señor Cárdenas, qué clase de persona sería, tenían aún más curiosidad sobre la identidad de esa persona.

Al llegar al hospital, el mayordomo lo recibió en el vestíbulo del primer piso del área de hospitalización, pero vio que el señor tenía heridas en la cara.

—Señor, ¿cómo se lastimó tan gravemente? ¿Fue el señor Acosta quien lo golpeó? —preguntó el mayordomo con pena.