Matías miró de reojo y vio que en la página de chat del teléfono de Marisela había veinte mensajes sin leer, y todos eran de la misma persona: Ulises.
Como "rival amoroso" al que prestaba especial atención, Matías por supuesto conocía muy bien ese avatar y ese apodo sin guardar.
Y viendo tantos mensajes sin leer, Marisela y él chateaban de manera cercana y frecuente...
La amargura se extendió en el corazón de Matías, era una sensación indescriptible de resignación.
Que no pudiera ganar a Lorenzo lo aceptaba, porque Marisela había conocido primero al otro, y además había estado enamorada en secreto de él por diez años.
¿Pero qué hay de Ulises?
Él había acompañado a Marisela más tiempo que Ulises, ¿con qué derecho Ulises podía ganar llegando después?
Tal vez porque anoche Ulises se había llevado a Marisela, y en este momento los dos chateaban tan intensamente, Matías ya no pudo contenerse más y preguntó:
—Marisela...
Marisela volteó la cabeza, en ese momento ya había apagado el teléfono.