Además, ella no tenía motivos para burlarse de él, ya que él nunca la había ofendido.
Reflexionando más, cada gesto de Celeste, cada palabra que había pronunciado parecía estar justificada.
Su asombro al verlo aparecer se debía a que lo había reconocido, por eso se había marchado directamente con él;
Cuando él le había ofrecido el jugo, ella lo había aceptado y bebido sin recelos, porque sabía que él no le causaría daño;
Había mencionado que no tenía pareja, que tenía un hermano muy controlador, que él era coetáneo de su hermano, todo esto concordaba perfectamente.
Germán se sintió derrotado. Así que la falla era suya, ¿quién le había dicho que no preguntara el nombre primero? En lugar de eso, había planeado cortejarla seductoramente antes de averiguarlo.
En el pasado, seducir mujeres siempre le había resultado exitoso, hoy finalmente había fracasado estrepitosamente. Quien anda cerca del río, ¿cómo evita mojarse los pies?
Germán se tapó el rostro sin energía, finalmente transcurrieron