-Yo también los amo, mami.-
El padre sonríe al ver que la niña es feliz y prosigue. -Jesús Rincón, ¿aceptas a Andrea como tu esposa; para amarla, respetarla y honrarla, en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?-
-Acepto.-
-¿Y tú Andrea Prince, aceptas a Jesús como tú esposo; para amarlo, respetarlo y honrarlo, en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?-
Sonríe sin dejar de ver a su prometido. -Si, acepto.- Entrelaza una de sus manos con la de él.
-Por el poder que me ha conferido Dios mismo, los declaro marido y mujer. Lo que Dios ha unido, no lo separará el hombre. Pueden besarse.-
Se acerca ella misma a su ahora esposo y lo besó, acariciando su cara y dejando su otra mano contra su hombro. Las personas se levantan y comienzan a aplaudir pero sus compañeros comienzan a gritar más emociona