En medio de la niebla de los ojos recuerdos Diana pudo ver perfectamente a su hijo, el sonido del llanto lleno de vida. Entonces puedo ver el verde de sus ojos los cuales están resplandecientes mirándola solo a ella.
—Mi cachorrito —susurró ella completamente perdida llena de amor.
Se llenaron de lágrimas de felicidad y alivio al verlo vivo no se esperaba después de aquel día que eso pudiera ser realidad.
Estaba a punto de ir a por él pero Aris apareció entre la niebla tomando al cachorro de sus brazos sorprendiéndola, mientras se acercaba ella una oleada de emociones y deseos diferentes se presentaron dentro de su vientre golpeándola, haciéndola sentir tan llena de felicidad, era un recuerdo un pensamiento ya no lo sabía.
—Aris —susurró su nombre como una plegaria—. No puedo creer que esto esté pasando.
Entonces él le sonrió y la luz de la luna se reflejó en su mirada, su cuerpo entero se estremeció ante la vista del amor en sus orbes que quizás ella estaba inventando.
No tenía idea