-No voy a hacerlo – ella se negó.
-¡Por supuesto que lo harás! – exclamo Dominic.
-No, hasta que no me digas para que es.
-No tengo porque darte explicaciones, haz lo que te digo – Abigail lo miro asustada, y eso le causo gracia, porque él en realidad no estaba planeando hacerla nada malo, ni siquiera medianamente – es increíble el poder que tengo sobre ti.
-¿De que estas hablando? – Abigail levanto una ceja con desdén.
-De esto, un par de palabras mías hacen que tiembles.
-No estoy temblando – solto.
-Puede que no sea evidente, pero estas asustada – él sonrió, y eso no hizo mas que atizar la rabia que ella ya sentía.
-Vete de mi habitación – le pidió.
-¡Joder que te pongas de espaldas! – le grito Dominic.
Ella trago saliva, y entonces hizo lo que él le ordeno