Cinco años después.
-Heather, por amor a Dios, deja esa bandeja ahí – la regaño Roy mientras la chica sostenía la bandeja con el pavo que partirían esa noche.
Era cena de navidad y toda la familia Page y Salvatore estaba reunida en la casa que compartían Dominic y Abigail, había luces decorando todo el espacio, habia un gigantesco árbol de navidad y muchos regalos para los mas pequeñitos de la casa, aunque naturalmente Dominic y Roy tambien se habían encargado de comprarle bonitos obsequios a sus respectivas esposas.
-Es que es demasiado terca – dijo Abi rodando los ojos mientras agarraba de la mano a su hija mayor, Amy, una pequeña que había heredado los ojos de su padre y el color de cabello de su madre.
-¿Por qué le dices terca a la tía, mami? – preguntó la pequeña Amy.
-Porque tu madre