POV: Dante
El mareo de Aurora empieza antes de que nadie lo note.
Lo huelo primero: un giro sutil en su química, sudor frío mezclado con ese calor de fondo que ya reconozco. Desde el pasillo, mientras termino de hablar con Andrade, la veo detenerse a mitad de camino y aferrarse al borde de un cubículo como si el piso se hubiera movido.
Mi parte racional piensa “estrés, primeros días”. La otra, la que he entrenado años para ignorar, reconoce algo mucho más concreto: el cuerpo de una omega reaccionando al alfa equivocado, en el lugar equivocado.
Yo.
Camino hacia ella sin apuro visible. Cada paso, sin embargo, acelera algo que no tiene nada que ver con la empresa.
—Señorita Vega.
Su nombre sale de mi boca más suave de lo que quería. Ella levanta la vista. Pupilas un poco dilatadas, respiración demasiado rápida para alguien que solo cambió de silla.
—¿Se encuentra bien? —pregunto.
Sé que no debería acercarme más. La otra parte da un paso adelante.
—Solo… mareo —susurra—. Me paré rápido.
M