Ariane

- ¿No te enseñaron a tocar las puertas antes de entrar?

Auracio se levanta todo enojado, estoy seguro de que se muere de vergüenza ahora. No le va a gustar lo que le espera, ¡estaba contento de haberme dejado embarazada! Bueno, le haré lamentarlo. Oh... sí, va a lamentar estos nueve meses de embarazo. Va a lamentar haberme dejado embarazada a mis espaldas.

Ja... ja... ja..., le voy a hacer la vida difícil.

- ¿Marianne? ¿Qué tienes que hacer en mi habitación? ¿Tú y tu novio? Además, ¿sin tocar? Qué falta de respeto.

Me regocijo interiormente, porque fui yo quien le pidió que viniera con su nuevo novio para avergonzar a mi querido prometido.

- Te has tardado mucho en bajar, así que vinimos a buscarte.

- De acuerdo, hemos terminado, vamos a bajar.

- Pero, ¿qué hacía él de rodillas? ¿Qué más ha hecho?

- Nada fuera de lo común, me hizo llorar otra vez.

- Pero Auracio, ¡sabes que no es bueno para una mujer embarazada llorar cada vez!

Se ríen a carcajadas.

- Estabas muy bien así de r