John
Abro de golpe la puerta del baño y lo que veo delante de mí me deja sin palabras. ¡Mierda, qué espectáculo!
Veo a Ariane, sentada en el suelo, completamente desnuda. Tiene las piernas y los muslos abiertos al máximo. Sus dedos están dentro de su vagina, disfrutándose. Es la imagen más erótica que me ha sido dado ver. Ella emite un grito cuando la puerta se abre de golpe. Queda paralizada frente a mí, ¡sin saber qué hacer! Estoy con ganas.
Mierda, mis pantalones ya no contienen mi erección, que amenaza con escaparse por la cremallera.
Cierro la puerta tras de mí, no puedo dejar pasar esa oportunidad. Seré maldito si no aprovecho esta ocasión.
- Deberías haberme dicho que necesitabas atención, mi amor. Estoy aquí para complacerte, con todo lo que eso conlleva en servicios.
Ella intenta levantarse, pero la detengo lanzándome sobre ella. No debo dejar que recupere la claridad de pensamiento. Me acuesto en el suelo justo frente a ella y mi boca empieza a devorar su vagina aún goteand