Ariane
- Gracias, Félix, pero sabes que en todo esto, yo gano algo. Gano dinero y, sobre todo, su lealtad, que no es despreciable.
- Pero eso no impide que no lo hagas por eso. Tienes un gran corazón, pero te niegas a que la gente lo sepa. Sepas que tienes una familia, siempre estaremos aquí para ti. ¡Que tengas un buen viaje!
- Gracias, Félix, espero el avance de los contratos.
- Se hará.
Me vuelvo hacia Auracio para que regresemos de donde vinimos.
Él me sigue hasta la habitación:
- Veo que te has hecho un verdadero ejército con todo lo que tienes.
- ¿Y qué?
- Te estás volviendo cada vez más poderosa en el medio. Solo se habla de un hombre influyente y poderoso. Tengo respeto por ese hombre, excepto que ese hombre no existía. Se trata solo de ti.
- ¿Cómo lo supiste?
- No fue fácil, pero lo logré. Debo quitarme el sombrero ante ti, has hecho un buen trabajo con los niños y con este trabajo.
- ¡No creas que tus cumplidos van a cambiar lo que pienso de ti!
- Solo digo la verdad.
- Seño