Linda llegó temprano ese lunes, de nada le valía seguir escondiéndose, el señor frío la había encontrado, y ella no estaba dispuesta a obedecerlo, no más.
“Soy fuerte, ya no puedes hacerme nada Erick, solo me preocupa René y que tú ayudes a Terry a encontrarla. Pero si la mantengo fuera del radar no tendrás nada conque amenazarme.”
Si, ella estaba decidida a proteger a su amiga, y enfrentar a Erick.
Deivid fue el primero en llegar, otra cosa rara para sumar a la lista casi no había podido dormir, solo quería ver esa sonrisa maravillosa que poseía su asistente.
— Hola Linda. – dijo perdiéndose un minuto en el escote de la joven, para luego mirar sus labios.
—Hola señor Smith. – contesto con una sonrisa pícara.
— Dime Deivid, creo que después de lo que