Capítulo 33. ¿Estás vigilando a Mía?
Mía levantó la mirada, la habitación estaba sumida en un silencio insoportable y había sido así desde que Meghan y ellas volvieron para cenar con Patrick.
—¿Qué ha pasado? ¿Les ha comido la lengua el ratón? —preguntó Mía, arriesgándose a ser regañada por Patrick, pero no soportaba aquella tensión.
—No, pero Meghan está cansada, Mía, date prisa para poder irnos a dormir —respondió Patrick sin ver a Meghan.
—¿Estás cansada, Meg? —cuestionó Mía, empujando su plato y prestando toda la atención a la joven.
—Ha sido un día ajetreado y de muchas emociones —respondió ella, levantando el rostro y sonriéndole a Mía para tranquilizarla.
Patrick notó la acción y también pudo darse cuenta de que las mejillas de Meghan estaban ligeramente rojas. Él se mordió el labio y se preguntó si era él la causa de ese sonrojo.
—Tienes razón, Meghan, este día ha sido eterno para todos, deberíamos apurarnos e irnos a la cama —convino la niña para tranquilidad y felicidad de Meghan.
Sin embargo, esa felicidad dur