87. Por primera vez en años
87
Seraphina
Las casas eran pequeñas, pero cómodas. Nada lujoso, pero después de pasar años entre paredes frías de concreto y bajo la constante amenaza de vigilancia, cualquier espacio sin cámaras ni barrotes era un lujo.
Vlad caminaba delante de nosotros, abriendo la segunda puerta con una llave gastada. La casa olía a madera seca y a pintura vieja, pero no a peligro. Ya era algo.
—Son mías —dijo, girándose para mirarnos mientras pasábamos—. Así que no se preocupen por el alquiler, pero tendrán que hacerse cargo de su comida, ropa y lo que necesiten.
Asentí, más por reflejo que por gratitud. Estaba agotada y con los sentidos agudizados por si acaso. Aún no podía apagar mi instinto de caza, ni siquiera estando lejos del campamento.
—Mañana comenzarán el trabajo —continuó Vlad—. Necesito saber quién será la profesora de piano y quién el guardaespaldas.
Noelia sonrió con esa calidez suave que la hacía parecer más inofensiva de lo que era. La había visto blandir un arma con precisi