Narra Sam.

Cuelgo la llamada de Lorena y miro la cama en donde duerme mi madre, otra vez hospitalizada, el doctor le hizo un chequeo y dijo que su cáncer está muy avanzado, sino hay una intervención podría morir en cualquier momento, pero ella no se deja ayudar, miro al sofá en donde Alex duerme porque no quiso quedarse en casa solo, suspiro sin saber qué debo hacer.

No podía interferir en la decisión de mi madre como ella interfirió tanto en mi vida, yo no era ella. El doctor me prohibió discutir con mi madre y era más que claro que nuestras discusiones se escuchaban hasta su consultorio.

— Duerme — escucho la voz de Alex sentado en el sofá, me siento a su lado y me arropa con la sábana que traje — Deja de preocuparte y solo cierra los ojos… ma — sonrío un poco y poco mi cabeza en su hombro cerrando un poco los ojos.<