VII.
Un mes después…
-¡Kaprica! – llamo desde el comunicador –
- Voy jefa – avisa y cuelgo –
Segundos después aparece la castaña y sonrío de lado, le pido de favor reservar el restaurante favorito de mis hijos por su cumpleaños y asiente anotando, también le pido que se encargue de invitar a los más cercanos, esto lamentablemente incluye a su papá y ella asiente asombrada.
-¡Gracias Kaprica! – digo sonriendo y asiente –
- Nos vemos jefa – dice y se va –
Regreso mi mirada a la laptop y me quedo pensando, me alejo y me apoyo del respaldar del sillón y me giro para ver la ciudad, ya han pasado tres meses desde que me separé de Alfredo, un mes desde el divorcio y también un mes desde que conocí a Pamela, todo esto ha sido muy rápido y confuso para mí, hasta hace tres meses me veía toda la vida con un hombre y hoy día siento una confusión en si me gusta o no esa pelinegra, resoplo y me muerdo el labio inferior.
La verdad es que Pamela Johns es una ternura de mujer, tiene un carácter del