La tortura, un chantaje psicológico
No sé cuántos días han pasado desde que estoy secuestrada, estoy muy adolorida, Serena es la maldad pura, cada vez que entra a la habitación me tortura, me golpea, muchas veces ha escupido en mi comida y me obliga a comer en su presencia con amenazas.
Nunca imagine que esa joven con cara inocente fuera tan agresiva y llena de odio en su interior, me siento sin esperanzas, físicamente estoy muy débil, la presión se me ha bajado varias veces y estoy más que segura que en cualquier momento necesitare atención médica, pero ni hablar, aquí puedo morirme, Cristopher no ha venido a verme, supongo que “me debe estar buscando”, hipócrita desgraciado.
Cada vez que siento que se va a abrir la puerta del cuarto en donde estoy encerrada siento como los nervios me consumen. Ella me ha hecho sentir el verdadero pánico. La puerta se abre de un golpe
- ¡Buenos días, Amandita! ¿Cómo amaneces el día de hoy? - Serena se me acerca y me da una bofetada al tiempo que “me