Aunque sé que debería marcharme, no me siento capaz de moverme siquiera un poco. Por lo que, me quedo inmóvil mirando todo a mi alrededor, sin saber que haré después de ver todo esto.
— ¡Mierda! — grita Carolina en el umbral de la puerta donde estuve anteriormente.— Carolina…Ella corre hacia mí y yo retrocedo con temor porque ahora no sé lo que son capaces de hacer.— ¡Debemos irnos ahora mismo! — dice ella tomando mi mando y de inmediato, la empujo con fuerza, por temor a todo el daño que podría causarme.— ¡No me toques, Carolina! — grito enojada.No sé si ella tropieza o si yo realmente la empujo fuerte porque la realidad es que ella cae lejos de donde estamos al punto que al caer contra una pared, esta se rompe.— Oh, diosa Luna… — susurro aturdida.Sé que respira, sus feromona