Ni siquiera sé cómo puedo llegar a la montaña antes que pierda la cordura, pero, finalmente lo hago después de pedir ayuda con vehículos que ni siquiera saben hablar inglés o español. Sin embargo, como llegar no es el problema, si no, si podré salir de aquí con mi esposo.
— ¿Está segura que quiere ir hasta allá? Se rumora que la maldad vive allí y por eso, quien se dirige allá no regresa. — dice el último hombre que me ayudó a acercarme a la montaña.— Gracias por su preocupación, pero, mi esposo me cuidará. Él me espera. — digo y unas nuevas proyecciones aparecen, para mostrarme.Intento sostenerme de algo, porque las imágenes son impactantes y mi corazón duele porque observo como golpean a mi esposo, quien solo pregunta por la especie a la que pertenezco.‘Se reunió con ell