Tras una noche en verdad romántica, Mateo llevó a Vania hasta la habitación que ambos compartirían, allí solo se limitaron a dormir juntos. Durante años Mateo durmió solo, la última mujer con la que compartió el lecho fue con Galeia.
Todas las demás mujeres con las que tuvo intimidad no fueron más que un desahogo, en cambio ella…
Mientras el sol comienza a salir lentamente, Mateo abre los ojos y se queda admirando a aquella muchacha tan frágil y bella. Para Mateo, Vania es un aire fresco en medio de lo sofocante que ha sido su vida.
Formar su propio imperio en el área de los restaurantes y centros nocturnos lo volvió poderoso, pero también dejó de lado muchas cosas. Una de ellas es el poder sentir, se negó a hacerlo por temor a que le ocurriera lo mismo que le pasó a su padre o que se repitiera la historia de lo sucedido con Galeia.
Se queda admirando un poco más a la chica a su lado, se levanta y se va al gimnasio que mantiene allí. Para cuando Vania se despierta, Mateo va entrando s