Capítulo 26. Cierre del trato.
Juliette Moreau
La piel se me eriza en cuanto lo escucho, y no me da tiempo reaccionar, porque él me levanta de un tirón de mi silla y me arrastra hasta apoyarme sobre la mesa, justo entre sus piernas.
Podría decir que pongo un poco de resistencia, pero es una pura mentira.
No lo hago.
Sus manos grandes y posesivas rodean mi cintura mientras se pone de pie. Sus pulgares se clavan con firmeza en mi piel, marcando territorio sin pedir permiso.
Mi respiración se acelera cuando me eleva lo suficiente para sentarme sobre la superficie fría de la mesa, y el contraste me arranca un escalofrío que no intento ocultar.
Aston se coloca entre mis piernas con naturalidad, con un movimiento brusco que busca demostrarme cómo será esto.
Sus dedos suben a mi barbilla, me levanta la cabeza para alinear nuestros ojos.
—Mírame —ordena con voz ronca.
Su mandíbula está tensa, los ojos oscuros, enfocados solo en mí. No hay rastro del CEO impecable ni del hombre distante que sabe ser cuando quiere her