Capítulo 19. Mentirosa (parte 2)
Juliette Moreau
Mi cuerpo traiciona todo mi discurso.
Me tenso, contengo el aire y un gemido se me escapa entre dientes antes de poder frenarlo. La mano que sostenía el teléfono se abre y este cae al suelo, sin compasión y provocando un ruido que me hace saltar.
Aston se vanagloria de ello.
—¿Así te tocó? —pregunta, deslizando los dedos bajo la tela de la bata sobre mi piel caliente y empujando uno de mis muslos para abrirse paso—. ¿Así te abriste para él?
La cabeza me da vueltas. ¿Por qué le gusta torturarme así?
—No te importa, ¿recuerdas? Puedes irte al demonio.
Mi gruñido solo lo anima. Pellizca la piel de mi muslo y con su boca muy cerca de mi mentón, se burla.
—Contesta lo que pregunté, Medusa —exige, tocándome más arriba, casi en el punto donde mi cuerpo necesita liberación—. ¿Así?
Un roce. Eso es lo único que hace. Un roce ligero por mi desnudez, en el centro ansioso de mi cuerpo.
La mentira se hace añicos en un instante. La necesidad es asfixiante, y mi cuerpo