Capítulo 14. No vale la pena.
Juliette Moreau
Con el corazón todavía latiendo fuerte en mi pecho, por todas las ideas que se quedan dando vueltas en mi cabeza con las palabras de Aston, busco a Ian para despedirme de él e irme.
Ya no quiero seguir aquí. Y si a Lucifer le molesta que me vaya, puede tomarse un té qué le relaje ese mal humor que se carga.
No me ha necesitado en todo este tiempo. Solo me trajo para demostrar su maldito punto: soy para él un absoluto nada, y le encanta restregarlo en mi cara.
Me alejo de las salas menos concurridas y voy directo a donde sé que Ian estará. En estos años que han pasado es evidente que las cosas han cambiado, él ahora es una figura pública, que se codea con la crema y nata de la ciudad de New York y es seguido ahí donde va. Le agradezco que me haya permitido tener una ventaja esta noche con relación a Lucifer, que me haya dado fuerza de voluntad para tolerar lo que me esperaba de haber venido sola, pero quiero irme y hasta aquí llega nuestro reencuentro.
Estoy cansada, me