Anthony estaba a punto de refutar ante las palabras de Katherine, pero antes de que pudiera hacerlo, la puerta de su oficina fue abierta sin avisar. Ambos se giraron mirando a la persona que acababa de entrar.

Katherine sintió que una oleada de furia la invadía al ver a Sofía entrar en la oficina, esa mujer que había sido responsable de tanto dolor en su vida. Sofía actuaba como si fuera una víctima, con una expresión de timidez que resultaba casi ridícula en el contexto de la tensa confrontación entre Katherine y Anthony.

—Lo siento, no quería interrumpir —dijo Sofía, dejando que su voz temblara de manera melodramática—. Solo quería ver cómo te encuentras, Anthony.

Anthony se volvió hacia Sofía, y por un momento, su expresión se suavizó. Katherine notó la mirada de afecto que le dirigió, y esa pequeña chispa de confianza que había empezado a construir entre ellos se esfumó de inmediato.

—Estaba hablando con Katherine —respondió Anthony, tratando de mantener su tono neutral, aunque el