Gregory lo saludó con un apretón de manos firme, su sonrisa se amplió.

—Héctor, me alegra que hayas podido venir. —Sus palabras tenían un tono familiar, como si Héctor hubiera sido parte de la familia desde siempre.

Katherine observaba en silencio, tratando de entender la conexión que unía a Héctor con los Marsh. Gregory notó su mirada y decidió hacer las presentaciones formales.

—Katherine, este es Héctor, —dijo Gregory con orgullo—, un hombre al que considero como mi propio hijo.

Héctor se inclinó ligeramente hacia Katherine, sus ojos observándola con un aire protector, como si ya supiera todo lo que ella había sufrido.

—Es un honor conocerte, Katherine, —dijo Héctor con voz grave, pero cálida—. He escuchado mucho sobre ti.

Katherine asintió, sintiéndose abrumada por todo lo que estaba ocurriendo en tan poco tiempo. Sabía que pronto descubriría el papel que Héctor jugaría en su vida y en los secretos que aún quedaban por desvelar dentro de la familia Marsh.

Gregory sonrió con orgull