Tabitha retrocedió con una expresión ligada entre confusión y sorpresa.
— Tú… ¿Tú quieres que yo me disculpe? — Elevó una ceja, indignada.
— Sí, lo que hiciste afectó mucho a Nicole, lo menos que puedes hacer es…
— ¡¿Acaso estás escuchándote?!, ¡después de todo lo que he sufrido…!, ¡¿tú pretendes que me disculpe?! — Voceo Tabitha caminando por toda la sala, incrédula a lo que le pedía su prometido.
— Tabitha… — Walter la llamó, intentando capturar su atención. — Te puedo asegurar que Nicole también sufrió…
— ¡Y ella es la única que te interesa!, ¡¿no es así?! — Los ojos de Tabitha se cristalizaron, al tiempo que ella apretaba los puños a los costados con impotencia. — ¡Mi sufrimiento, mis celos y mi impotencia no te importan¡, ¡soy la madre de tu hijo y tu futura esposa!, ¡¿y pretendes humillarme obligándome a disculparme con tu exesposa gorda, a quien supuestamente no querías porque era una manipuladora?!
— Tabitha, no digas eso de Nicole, yo estuve equivocado y… No te estoy ob