- ¡SUÉLTAME, AUXILIO!
Roger se asustó al escuchar ese grito de mujer provocando que la liberara de ese agarre mientras daba unos pasos atrás observando con asombro a la castaña porque todo indicaba que ella fue quien gritó, pero ¿cómo?
Lamentablemente no pudo averiguarlo, porque enseguida llegaron