Débora sintió un ligero escalofrío, pero busco alejar esos pensamientos de su mente, porque ya nadie llegaría a gritarle.
En eso se acercó al espejo que había en la sala, donde le sonrió a su reflejo.
No tengas miedo Débora, este fue el primer paso para buscar tu propia felicidad – se dijo a sí mism