"Arthur, ¿ya has arreglado todas las pertenencias de Karlene?", preguntó Debbie cuando visitó a Arthur en la oficina.
"Debbie, ¿no piensas en el alboroto causado por Freya? ¡Esa niña realmente nos ha avergonzado!", se quejó Arthur, pero Debbie lo ignoró.
"¡Elea es la que nos ha avergonzado, no Freya!", Debbie insistió en culpar a su hijastra. "Arthur, deberías empezar a pensar en otras cosas que Elea podría hacer si se entera de que la tierra que ocupamos es de su madre. ¡Sabes que ya no se preocupa por nosotros, así que ocúpate de todo!", ordenó Debbie.
Arthur escuchó en silencio las palabras de Debbie, recordando la crueldad de Karlene, quien se negaba a transferirle sus bienes.
"No, Arthur. Esa tierra es de Elea, no se la daré a nadie", Karlene se negó rotundamente a firmar el documento de transferencia de bienes que Arthur le había presentado.
"No la controlo, Karlene, pero necesito esa tierra..."
"¿Para Debbie?", Karlene interrumpió. "¡No se la daré a ustedes!", Karlene se mantuv