Catherine solo pudo voltearlo a ver, mientras tomaba una determinación; aun cuando sabía lo que eso podría costarle.
—No, no lo are —se negó de forma sorpresiva, en especial para su padre.
—¿Qué has dicho? —le cuestionó con calma.
—He dicho que no —reitero con tanta confianza como le fue posible.
John permaneció en calma por un momento, lo cual no era nada típico en él. Su reacción le hizo retroceder con lentitud un par de pasos, segura de que no tardaría en explotar. No se equivocó al respecto y es que solo unos segundos después se puso en pie de forma intempestiva, arrojando el plato contra el piso con fuerza. Este se rompió en pedazos, mismos que salieron volando en todas direcciones.
Su acción no la tomo por sorpresa en lo más mínim