Unas horas después, bajaba las escaleras; cuando de pronto vio como la puerta principal se abría. Al ver eso dio por hecho que se trataba de Thomas y es que no podía ser de otro modo, nadie más entraría por esta sin anunciarse. 

Decidió pues bajar con aun más premura, deseando alcanzarlo y hablarle. Estaba convencida de que él no deseaba verla siquiera, que sin duda continuaba furioso, pero necesitaba al menos tratar de disculparse por lo ocurrido. Era de ese modo, aun cuando no tenía la menor idea de cómo hacerlo. 

Justo llegaba al pie de las escaleras, cuando se topó con alguien. Para su sorpresa, pronto se dio cuenta de que no se trataba de Thomas; sino de una joven muy bella. No la conocía, pero aun así le resultaba extrañamente familiar. Había algo en sus rasgos y en especial en sus ojos que le recordaban a alguien más y no tardo en darse cuent