Nefer no pudo evitar gruñir ante la persona que acababa de aparecer elante de ella. ¿Era en serio? Con todo lo que los había evitado? ¿Por qué solo no desparecían? Y precisamente él. Él de todos.
-¿Qué haces aquí?- apretó sus dientes apretando con tanta fuerza el puñal en su mano que sus nudillos se pusieron blancos.-Al parecer me desaparezco unos días y mi cachorra se vuelve agresiva. ¿Por qué mejor no nos sentamos hablar tranquilamente entre los dos? ¿Y deberías bajar eso, podrías hacerte daño?- A pesar de la forma relajada en que hablaba aquella persona, Nefer no le respondió no dejó de estar tensa-¿Qué hiciste con la cama que te regalé, no era barata y la busqué lo más cómoda para ti? Pensé que era de tu agrado--La boté. No la quería- soltó ella despectivamente.-¿Estás de broma verdad?- -Déjate de sujeciones Anubis y respóndeme ¿qué haces aquí?- Nefer comenzaba a perder la paciencia, aún estaba nerviosa por la presencia d Horus y ahora tenía que lidiar co