Nefer abrió lentamente sus ojos para encontrarse con los oscuros orbes de Anubis que la miraban con alivio y lágrima en las comisuras. Sin poder evitarlo levantó su mano que le pareció que pesaba una tonelada y la llevó a donde una lágrima amenazaba con escapar y la secó. Pero su miembro pesaba y contra su voluntad perdió la fuerza y su mano cayó, aunque esta fue agarrada por la del dios que la llevó a sus labios y la besó tiernamente.
-¿Chacal bobo… por qué lloras?- su voz salió pastosa y casi inentendible.Anubis no pudo evitarlo al escucharla. Toda la tensión que había contendió pudo con él y la abrazó volviendo a sollozar sobre su hombro, esta vez de alegría. Nefer por su parte solo enfocó a Ra que tenía una sonrisa en los labios y a Horus más atrás que se alejaban del grupo. A lo lejos pudo divisar a Nastet que se acercaba con Hamil en brazos aun inconsciente y a Tiara caminando estable a su lado. Habían derrotado al supuesto villano, la guerra se había