El castillo de Kingswood estaba en un frenesí de actividad. Con la boda acercándose rápidamente, todo el mundo parecía estar involucrado en los preparativos. Los pasillos estaban abarrotados de sirvientes, cortesanos e invitados, todos trabajando incansablemente para que el gran día fuera perfecto.
Estaba ansiosa y nerviosa por el movimiento a mi alrededor. Mis pensamientos no dejaban de girar en torno al dilema al que nos enfrentábamos: el amor de Tyler y la desaprobación de la reina. Mientras caminaba por los pasillos, mi fiel doncella, Lucy, me acompañaba."Vamos a ver cómo le queda el vestido de novia, señorita", sugirió Lucy, intentando distraer mi mente de mis preocupaciones.Asentí y la seguí por el laberinto de pasillos del castillo. A cada paso me preguntaba si había tomado la decisión correcta al aceptar el matrimonio. La incertidumbre me oprimía e