40. ENCARRILANDO AL TREN
ELLA
Regresé por una cazadora para completar mi atuendo y lo vi; el muy infeliz estaba revisando mis cajones. Luego llegó el aroma a curiosidad, una ligera fragancia a dulce con notas burbujeantes. Pasaba sus dedos por los compartimentos le resultaba nuevo todo lo que estaba viendo; arriba y abajo en donde almacenaba todo lo que hacía juego.
Me dio risa verlo completamente fuera de sus cabales, levantó algo y estaba intentando buscarle lógica al bralette que tenía entre manos, incluso hizo una enorme “oh” con la boca.
“Es lo mas lindo que he visto”, me quedé viéndolo hasta que sacó un babydoll y lo olió.
-¿Te gusta?. - lo vi brincar de la sorpresa pero no lo soltó, solo giró mirándome con los ojos bien abiertos. - ¿También planeas chuparlo?. - Él realmente estaba dudoso, lo vi sonreír nervioso detrás del babydoll.
Olía a deseo y mucho pasión, como el chocolate oscuro cuando se funde; se me hizo agua la boca.
-Te juro que no planeo nada y no es lo que parece.- me pareció divertido su