ELLA
Me habia cansado de esperar la cooperación de las malditas brujas así que cuando abri la puerta metalica de una patada desprendiendola del muro, todas las mujeres en la sala se pusieron de pie aterorizadas.
-¿Dónde está?. - dije apretando los dientes para evitar gritar o gruñir. Las mujeres se removian nerciosas en la sala del piso privado. Lejos de una prision o un calabozo, este era una lugar seguro donde custodiabamos elementos valiosos. -Abigail, acercate. -
Cuando la vi a mi lado inhale profundamente.
-¿Hueles eso?, bajo todo ese aroma a incienso y porqueria new age; ahi un aroma muy particular. - podia oir a Abigail olisqueando el aire sin pudor.