— ¿Y dónde está el otro?
Señalo hacia adelante denunciando al vampiro más babeante y apasionado que existió.
— ¡Ay, no es posible! — se rio. — Quién diría que a Peter le iría tan bien...
Sí, era él. Peter
El niño estaba sentado debajo del árbol frente al mar, disfrutando de la sombra y la vista mientras disfrutaba de los hermosos ojos azules de mi pequeño.
— ¿Puedes creer que lo atrapé discutiendo horarios con Benjamin, solo para ver quién pasaba más tiempo con los bebés?
No puedo contener las risas.
— ¡Yo creo que sí! — declaró. — Peter parece haber desarrollado un vínculo diferente con la dama y los gemelos. ¡Estás siendo un gran hermano!
Podría ser confuso, pero el chico con el que tuve sexo y l