— Cierto — dijo abriendo los ojos. — Al primero se le rompió fuente, pero al segundo no y también está sentado...
"¡Esto no es bueno!"
— ¡Tienes que empujar a Mila, solo puedo girar el segundo cuando aparece el primero!
— ¿Pero están en bolsas separadas?
— Son gemelos dicigóticos, es raro, pero pasa —
— Y eso... es tan malo?
— ¡No! — mente camuflando los peligros. — Cada quien tiene su propia bolsa y placenta, en embarazos como este no suelen tener un parto normal, pero se que te las vas a arreglar!
— Maldición... — Gruño con un gemido. — ¿Por qué todo siempre es tan difícil para mí? —
— ¡Oye, oye! — llamó mi atención apretando mis dedos. — No quiero que pienses así — dijo. &mdash