Capítulo 40.

Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza.

—Laurence Sterne.

Leon:

Terminé de colocarme el traje para la esgrima, hoy me tocaba practicar con Abel y enseñarle a los Gemelos. Dejé un beso en la mejilla de mi esposa quien dormía plácidamente después de semejante noche juntos, hicimos el amor casi toda la noche, jamás me voy a cansar de tener a mi esposa en mis brazos.

Ya bajando al living Abel me esperaba con los gemelos que estaban vestidos para practicar.

—Buenos días chicos, les queda bien el traje para esgrima.

—Lo sé —Daniel sonrió y Hugo rodó los ojos.

—Disculpalo Leon, mi mitad no sabe lo que dice.

—Oye.. Sabes que soy apuesto, Hayl me lo dice siempre.

—A mi igual —se encogió de hombros—, mejor vamos a practicar.

Reí un poco y salimos de la casa para ir caminando al palacio, hoy vería a mi madre, si es que me recibe ya que no ha andado de buen humor desde que murió papá. Ya estand
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