Jacob.-
Mi hermosa madre como siempre llegando de manera tan inoportuna y en el mejor momento de la situación, salió de la cocina pegando alaridos por toda la casa.
— ¡Ay por dios que vergüenza, qué vergüenza! ¿Qué va a pensar tu madre de mí ahora? –Natalia caminaba de un lado a otro cubriéndose el rostro.
— Pequeña no te preocupes deja que yo hable con ella –Me acerco para dejarle un besito, pero ella se aparta.
— ¡Aléjate! Anda y habla con tu madre, ahora dañé toda la relación que había construido con ella –Sale casi llorando de la cocina, ruedo mis ojos y tomo aire antes de enfrentar a mi madre.
Cuando salgo de la cocina Caroline está en la estancia balbuceando como loca, se toma un segundo para tomar aire por su inhalador.
— ¡Mamá, por favor relájate! ¿A poco tú no hiciste cosas así cuando estabas joven? –Se giró mirándome con esa mirada que me hacía temblar, definitivamente estaba enojada.
— ¡NO! tu abuelo me habría matado de haberme encontrado así y tu abuela me habría mandado a