Natalia.-
Seis meses después.-
Caroline estaba desquiciada con los preparativos no solo de la boda sino del bautizo de Lucía, Jacob hizo los requerimientos legales para reconocerla y ponerle su apellido.
El bautizo sería en dos días y se celebraría aquí en nuestro hogar, mi suegra decidió mudarse a la casa de huéspedes y dejarnos la más grande para nosotros con tal de que no la dejáramos sola, a estas alturas era imposible alejarla de Lucía y de su otro nieto que venía en camino.
Hoy era la llegada de Leti la extrañaba un montón, pero sabía que necesitaba su espacio para superar a Víctor que se había plantado aquí en Nueva York esperando por su llegada, se podía ver la desesperación que tenía por volver a verla.
— ¡Aaaw! Te ves hermosa –Leti apareció sonriendo, un semblante diferente desde la última vez que la vi.
— Veo que Seattle te sentó bien, aunque sigo enojada por irte sin despedirte de mí –La envolví en un gran abrazo.
— Lo siento, pero no puedes quejarte te he llamado casi a