—Sí, lo sé. Tenemos que estar listos. —dijo mientras se daba la vuelta y regresaba a la casa.
Nate salió y nos miró. No parecía molesto; se veía orgulloso.
—Pocos hemos dado la cara por Rebel, yo también. Gracias por hacerlo por ella. Pero ahorita tenemos que estar listos. Hay que separarse. Ya vienen para acá. —dijo mientras daba las órdenes y todos nos desplegamos por la propiedad, manteniéndonos cerca para crear un círculo alrededor de cada una de las casas.
Todos nos colocamos en posición. Vimos las luces delanteras de dos SUVs y una motocicleta. La moto se detuvo y la mujer se bajó, quitándose el casco. Miró alrededor y me vio. Me guiñó el ojo y yo asentí una vez. Esta debía ser Blanca.
Del primer SUV descendió la mujer que llevaba más de veinte años sin ver. El tiempo no había pasado por ella. Se dirigió a la casa y entró sin dudar, sabiendo perfectamente que estábamos ahí.
Esperábamos a que apareciera Rebel cuando escuché gritos y forcejeo. Al voltear, vi a Luna siendo arrastrad