—Te lo digo, tiene una cicatriz en forma recta y si acomodamos el trozo de tela con la blusa se forma una cortada recta ¡¡Es ella!!—le explicaba Jane a Damon.
Al llegar a la mansión se lo contamos y en carrera fue a contárselo a Damon. Aunque su mirada no es nada agradable, se levantó de su escritorio y muy cerca del rostro de Jane dijo:
—Por más que lo quieras, no me voy a enamorar de la chica nueva y menos de una bruja—sonrió de medio lado y se devolvió a su sitio.
—Ya veremos—dijo Jane entre cerrando los ojos.
—Vete, Jane, estoy muy ocupado—dijo serio.
Nosotras la seguimos, comenzó a dar vueltas por toda la sala murmurando y diciendo argumentos extraños del por qué ella es Jessica.