D A M O N
—¿Y ahora qué haremos?—preguntó por tercera.
—Hace tres cuadras te dije que te vayas para tu casa, Camille—contesté amargamente.
—¿Ya no tienes ningún evento?—preguntó.
—No.
—¿Una reunión?
—No.
—¿Un viaje?
—¡No! Ahora vete, segunda vez—le di una señal a mis guardaespaldas y se llevaron a C