POV Penelope
Me encuentro a las orillas de un gran lago, hay muchas flores silvestres alrededor y el agua del lago es cristalina. -¿Qué es este lugar? Mi último recuerdo es El, leí su mente vi sus pensamientos, un instinto muy antiguo en el momento que lo vi se activó en mi. Nuestro vínculo, el vínculo no solo es fuerte mayormente para los hombres lobos es para todos, hay unos que lo resisten más que otros. Por más que traté ser fuerte fue imposible, es tan fuerte este vínculo que en el momento en que sentí su aroma compartimos el mismo dolor, agonía, ira, rabia, desesperación. Lo provoque si, quise quitar toda esa amargura y dolor pero fallé, por primera vez siento que he cometido un error. Mi error fue dejar que él viera nuestro vínculo, pero estaba tan débil mi poder derramándose en suelo me fue imposible ocultarlo más. Y me carcome que lo último que vi en sus ojos fue la realización de lo que había hecho. Pero de igual entiendo que aunque le hubiera dicho estaba tan ciego que voluntariamente me hubiera matado igual. El odio y el rencor es capaz de cegar y manipular a las personas como no tenemos ideas. Sigo mirando al vacío perdida en mis pensamientos cuando veo una luz que camina encima del lago y se acerca a mi. No aparto la vista ni me alejo no siento temor hasta que llega justo al frente mío y la luz deja de brillar con intensidad y puedo ver a una mujer. - Hola Penelope, mi hija. -¿Quien eres? -Soy la diosa de la luna Rápidamente inclinó la cabeza y hago una reverencia. Ella me sonríe - Penelope, he esperado tanto tiempo este momento. Se avecina una guerra, la humanidad y el mundo sobrenatural se encuentran en peligro, tú estás en peligro, tú eres la elegida la que cumplirá la profecía y te buscan para matarte. Encuentra la profecía y te iluminarás. Regresa a tu compañero él te necesita, el vínculo que los une no es común, ustedes nacieron para estar juntos, dejar que te matara no fue la mejor desicion. Acepta el vínculo el tiempo se acaba. Me quedé confundida, la profecía, ¿Que profecía? Dije para mí. Ella ve mi confusión se acerca más y me da un beso en la frente y dice pronto lo entenderás ahora ve. Y de repente todo se vuelve negro. Abro los ojos y veo el techo, trato de sentarme y me es un poco difícil, cuando lo hago miro a mi alrededor estoy en una habitación, en ese mismo momento una muchacha entra y cuando me ve despierta sale corriendo llamando a un tal Ryan. Trato de levantarme pero no puedo, mi cuerpo está un poco débil aún. Ahí mismo un hombre entra y llega hasta a mí lo miro sin intimidarme. Él me mira con odio y repulsión, y a mí me puede importar un carajo lo que él piense o como me mire. Yo - Necesito hablar con tu Rey - No hablaras con nadie maldita bruja, me dirás ahora mismo que hechizo le lanzaste a mi Rey, o si no te despellejare viva. Me empiezo a enojar y lo miro con Ira - Quiero verte intentar despellejarme porque esta vez juro que no te pondré a dormir te haré comerte tu propia m****a. Y no tengo que darte ninguna maldita explicación me llevarás con tu Rey ahora mismo o te sacaré la información de tu cabeza de la manera más dolorosa posible. Él se queda mirando pero no se mueve y la impaciencia me inunda. El - ¿Porque quieres verlo? Respiro hondo, trato de tranquilizarme la violencia no lleva a ningún lado, así que déjame tratar de la manera calmada, no por nada está el dicho que hablando se entiende la gente. Además este hombre es importante para el. - El es mi compañero y cometí un error y tengo que remediarlo. El entendimiento brilla en sus ojos, no dice nada solo se da la vuelta y empieza a caminar. Cojo fuerzas de debilidad y comienzo a caminar igual. Después de caminar yo no sé cuánto, llegamos a las mazmorras. -¿Porque estamos aquí? Le pregunto a este hombre que me imagino que es el Ryan que llamó la criada. - El Rey está encerrado aquí - Porque? - Porque perdió la razón cuando moriste y su licántropo tomó control, tuvimos que amarrarlo y sedarlo, está fuera de control. Se me contrajo el pecho y se llenó de dolor. Utilizo mi poder para guiarme hasta el, estoy débil no puedo usar mis poderes aún no mucho pero para corto alcance es suficiente. Llego hasta unas puertas de acero miro entre unas rejas que hay y lo veo en su forma licántropa tirado en suelo durmiendo. Toma aire profundamente, y abre los ojos, me mira y se vuelve loco empieza a tirar de las cadenas y a aullar fuertemente. Me siento desesperada por entrar y le digo a este hombre. - Abran las puertas - No podemos, está fuera de control no la reconocerá. Me le paro en la cara estoy apunto de convertirlo en un sapo si pudiera. -Abre la maldita puerta y déjame entrar, soy la maldita compañera de la bestia que está ahí y no le tengo miedo y si se atreve a tocarme lo castro. Y tú si te sigues poniendo en mi camino te convertiré en un sapo. Me mira sorprendido después vi en sus ojos miedo pero también cierta preocupación, pero le ordena a los guardias que abran las puertas.