Jabari cogió las llaves del coche y condujo hasta el santuario del oráculo. Empezaba a dormirme pensando que conducía en círculos para cansarme. Llegamos al santuario y me invadió un escalofrío.
La nueva voz en mi cabeza que sentí al tratar con Skylar me susurró al oído: "Cálmate".
La voz era la de