"¿Te gusta?" Registré la pregunta de Valens desde una parte distante de mi cerebro y asentí. "Pruébatelo".
Dos señoras me llevaron al vestuario. Me ayudaron a quitarme la ropa y a ponerme el ceñido vestido rojo. La cintura ceñida daba la ilusión de unas caderas más llenas y una cintura más delgada.