Salvia
—¿Recuerdas cómo ardía la pasión entre nosotros? —La voz de Marcos destilaba una falsa intimidad—. Esas noches en Espina Negra cuando te escabullías a mis aposentos...
Puse los ojos en blanco ante su obvio intento de provocarme. Que jugara sus juegos, no le daría la satisfacción de responderle.
—La forma en que suplicabas por mi toque de esa forma tan linda —continuó—. Tanta pasión para una omega inocente.
Era tan ridículo que apenas podía contener la risa. Entonces lo sentí: rabia y traición inundando nuestro vínculo de pareja. El horror me paralizó al darme cuenta de que Carlos estaba cerca, que escuchó...
—¿Cómo te atreves? —Me giré hacia Marcos mientras la presencia de Carlos se desvanecía—. ¡Serpiente mentirosa! ¡Planeaste esto!
La satisfacción en el rostro de Marcos me lo dijo todo: sabía que Carlos estaba ahí, planeó toda esa escena. Mis manos temblaban de rabia al haber sido manipulada, usada para lastimar a Carlos.
—Está intentando separarnos. —Gruñó Aura—. Usando tu pa